A medida que la Confirmación se traslada a la escuela secundaria, alentamos a los padres a practicar la fe familiar
Después de meses de oración y aportes del clero, personal parroquial y padres de familia con el objetivo de impulsar la participación en el ministerio juvenil y servir mejor a las familias, el Arzobispo Coakley anunció el 29 de septiembre un cambio en la edad para recibir el Sacramento de la Confirmación en la Arquidiócesis de Oklahoma City. La preparación para la Confirmación se completará en un año en lugar de dos y se llevará a cabo en el sexto o séptimo grado en lugar de llevarse a cabo durante la escuela preparatoria.
“Todos debemos pensar profundamente en nuestra Iglesia y en las necesidades de nuestros jóvenes, particularmente a la luz de nuestra cultura moderna y todos los desafíos únicos que enfrentan hoy”, dijo el Arzobispo Coakley.
“Necesitamos equipar a nuestros hijos con toda la gracia disponible. Desafortunadamente, hay muchos jóvenes en la escuela preparatoria que se han bautizado y recibido la Primera Comunión, pero nunca fueron confirmados, dejando a miles sin el don de la Confirmación para fortalecerlos. Se ha vuelto común ver la Confirmación como una opción para convertirse en adulto dentro de la Iglesia. Como sacramento, Dios ofrece la Confirmación como un regalo gratuito que en realidad se trata más de que Dios nos confirme como sus hijos y no de que nosotros confirmemos nuestra fe en Dios. A medida que avanzamos, centrémonos en apoyar a nuestras familias y padres, y en ser reflexivos e intencionales en nuestros esfuerzos de formación y ministerio juvenil. Gracias a todos los que han colaborado en este desafío y a todos los que trabajarán para implementar las nuevas pautas en el futuro”.
Jim Beckman, director ejecutivo de la Secretaría de Evangelización y Catequesis, dijo que pasó más de un año orando y discerniendo acerca de que cambio necesitaba hacer la arquidiócesis y cómo debía implementarlo.
El dijo que una de las preocupaciones es cómo sucederá este cambio sin que diezme el ministerio juvenil, como ocurrió en otras diócesis.
“Estás tomando algo que es un elemento básico en el campo del ministerio juvenil y lo estás moviendo. Creo que, si no se tiene el propósito de reemplazarlo con algo más, podríamos terminar en el otro lado de la transición sin que haya un ministerio de jóvenes”, dijo Beckman. “Queremos que esto sea algo que alimente y ayude a crecer y catapulte al ministerio de jóvenes a ser más efectivo".
El añadió que algunas de las otras diócesis que han pasado por esta transición han utilizado a sus ministros jóvenes y a su oficina de ministerio de jóvenes para ayudar con los esfuerzos de esta transición.
“Estamos evaluando el no utilizar a este personal en absoluto. Involucraremos a catequistas, líderes catequéticos y otros adultos voluntarios en las parroquias para ayudar con esos esfuerzos de transición, para que los ministerios juveniles de la escuela secundaria y preparatoria puedan continuar su trabajo y concentrarse en sus esfuerzos al mismo tiempo”, dijo Beckman.
Larann Wilson, Ph.D., directora del Compromiso de Liderazgo Parroquial de la arquidiócesis, dijo que en la Confirmación los jóvenes reciben el don del Espíritu Santo, quien es el ayudante, sanador y guía para vivir sus vidas para Cristo.
El Arzobispo Coakley reconoció que hoy en día los jóvenes bautizados necesitan la gracia antes de la escuela preparatoria. Los estudios seculares muestran que los jóvenes en estos tiempos experimentan cada vez a edades más tempranas mayor intimidación, uso de drogas, violencia, ansiedad y depresión extremas. Dijo que los jóvenes necesitan conocer su dignidad y valor como hijos de Dios.
Sin embargo, un estudio reciente de CARA mostró que el 50 por ciento de los jóvenes millennials que fueron criados como católicos ya no se identifican como católicos. Los jóvenes católicos que deciden dejar la Iglesia lo hacen a temprana edad, empezando a los 13 años.
El Arzobispo Coakley dijo que le gustaría que los jóvenes de la arquidiócesis recibieran antes la gracia de la Confirmación, pero también que se formaran como discípulos comprometidos. Esta decisión sobre la preparación y celebración de la Confirmación es un paso entre muchos.
La Confirmación es uno de los tres Sacramentos de Iniciación, junto con el Bautismo y la Sagrada Eucaristía. Estos sacramentos lo inician a uno a ser miembro pleno de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo. Los miembros de la Iglesia están llamados a la misión: ser discípulos y hacer discípulos. Los sacramentos son el medio que Cristo eligió para derramar su gracia y para fortalecer y ayudar a los católicos en esta misión de toda la vida.
Aunque este año no se efectuarán cambios a la Confirmación, la Secretaría de Evangelización y Catequesis ayudará a las parroquias a prepararse e implementar la transición que comenzará en el otoño del 2022. Algunas parroquias comenzarán en el otoño del 2021. Se distribuirán más pautas a las parroquias antes del 1 de mayo del 2021. “En esencia, no importa a qué edad impartamos la Confirmación si aquellos que la reciben no se han encontrado con el Señor y no están abiertos a los dones del Sacramento”, dijo Wilson. “Por lo tanto, la transición de la preparación para la Confirmación es más que solo cambiar la edad de recepción, se trata de cambiar la forma en que nos preparamos para el Sacramento. Como preparamos a las personas es más importante que cuando las preparamos".
Ella dijo que, aunque la Iglesia tiene un papel importante para formar personas en la fe, la Iglesia no es la principal formadora de los niños. Los padres son los primeros maestros de la fe. El hogar es la iglesia doméstica.
“Si quieres saber el futuro de la fe de un niño, observa la fe de los padres. Son el modelo y testimonio más eficaz de la vida cristiana. Por lo tanto, el arzobispo quiere involucrar más eficazmente a los padres y tutores en sus funciones vitales. El quiere ver familias con deseos ardientes por el amor de Jesús. El desea ver a Oklahoma viva con fieles discípulos de todas las edades”, dijo.
Jolene Schonchin es escritora independiente para Sooner Catholic.
Maneras de nutrir la fe en casa
Vayan a la iglesia en familia;
Recen el Rosario en familia;
Ofrézcanse en familia como voluntarios para las actividades de la iglesia;
Enseñen y modelen las Siete Virtudes;
Lean la Biblia en familia y animen a los jóvenes a leer la Biblia con regularidad;
Recen en familia y animen a los jóvenes a rezar;
Sirvan como familia a las personas necesitadas y apoyen las actividades de servicio de los jóvenes;
Coman juntos en familia;
Tengan conversaciones familiares, hablen de fe, cuestiones religiosas, preguntas y dudas;
Ritualicen momentos familiares importantes y experiencias históricas;
Celebren en casa las fiestas y las temporadas del año de la iglesia;
Proporcionen instrucción moral.
“Instruyan a los jóvenes en el camino que deben andar; e incluso cuando sean viejos, no se desviarán de él". Proverbios 22: 6