CIUDAD DEL VATICANO – Obispos de Chile y Puerto Rico dijeron en el Sínodo de los Obispos que la iglesia tiene que hacer más para ayudar a los jóvenes a vivir su fe e involucrarlos en la vida eclesial, en vez de dejarlos que encuentren dirección en otra parte.
El obispo Moisés Atisha Contreras de San Marcos de Arica, Chile, les dijo a los miembros del sínodo el 16 de octubre que los jóvenes no han dejado de creer en Dios y que ellos continúan buscando lo trascendental "en otros lugares y experiencias".
"Hay estudios que indican un aumento de insatisfacción entre los jóvenes dentro de la experiencia institucional eclesial porque esta no responde a su más profunda búsqueda", dijo el obispo Atisha.
El obispo chileno de 49 años dijo que los jóvenes necesitan un acompañamiento sincero que les dé una verdadera experiencia de ser amados como son, "sin condiciones, sin prejuicios y libremente".
El obispo Atisha hizo varias sugerencias de cómo la iglesia podría responder a las necesidades de los hombres y mujeres jóvenes, especialmente en su anhelo de una iglesia que sea "un lugar de refugio y atención para los excluidos".
Una iglesia servidora, dijo, es "una iglesia que acompaña sin perseguir ni 'aplastar' las expectativas de aquellos a los que acompaña. Se anhela un acompañamiento sinceramente libre, donde lo que importa es que cada joven encuentre el significado de su existencia".
El obispo Atisha dijo que la iglesia tiene que encontrar maneras de llegar a los lugares donde los jóvenes pasan su tiempo, especialmente en las redes sociales "donde el mensaje del Evangelio puede ser colocado de manera eficaz".
Añadió que "la iglesia, su ministerio pastoral y su manera de ser en la actualidad son percibidos como lentos en responder, como una 'iglesia abuela' que no está en línea con los tiempos y los medios actuales. Con buena razón hay quejas, ya que continúa haciendo lo mismo que siempre ha hecho sin darse cuenta de lo que está pasando, sin responder con métodos nuevos ni acciones ni prioridades nuevas".
Igualmente, el obispo Rubén González Medina de Ponce, Puerto Rico, dijo el 16 de octubre durante el sínodo, que los católicos jóvenes tienen una "necesidad urgente" de tener "un encuentro personal y comunal" con Cristo en la iglesia.
Hablando a nombre de los obispos de Puerto Rico, el obispo ofreció seis propuestas concretas para ayudar a que los jóvenes vivan "un discernimiento consciente y comprometido" que responda al mensaje del Evangelio.
Entre las propuestas está un programa de formación de "discipulado misionero" de dos años antes de que un joven reciba el sacramento de la Confirmación.
Considera que el programa permitiría que los jóvenes obtengan "una catequesis adecuada que pone los cimientos y fortalece el don de la fe recibido en el Bautismo".
Los jóvenes aprenderían la importancia de mantener una vida de oración y pasarían tiempo haciendo servicio comunitario de modo que "puedan descubrir que nosotros los cristianos estamos llamados a servir".
El obispo González resaltó la necesidad de que los jóvenes asuman un rol activo en los organismos que toman decisiones dentro de la iglesia y las diócesis, tales como servir en los consejos parroquiales y diocesanos.