Desde la conclusión del Concilio Vaticano II en la década de 1960, los obispos del mundo se han reunido en un "sínodo" periódicamente para reflexionar sobre cómo el Espíritu Santo está impulsando y guiando a la Iglesia en su peregrinaje.
Por lo general, las reuniones sinodales de obispos se han realizado cada tres años con grupos representativos de obispos de cada Conferencia Episcopal para orar y reflexionar sobre temas pastorales predeterminados en el transcurso de varias semanas. Posterior a eso, el Papa normalmente prepara y publica un documento de enseñanza. Algunos de los muchos temas abordados han sido temas como la evangelización, la familia, la justicia y la formación sacerdotal.
El próximo sínodo será diferente a los anteriores en varios aspectos. Por un lado, el tema es mucho más amplio que los sínodos anteriores. El tema del próximo proceso es “Por una Iglesia Sinodal; Comunión, Participación y Misión”. Es un sínodo sobre sinodalidad. Otra clara diferencia es que este sínodo será precedido por una consulta mucho más amplia, realizada en el transcurso de los dos años antes de que los obispos se reúnan en 2023. Se desarrollará en fases que incluyen consultas, síntesis e informes.
El Papa Francisco inauguró oficialmente el proceso que conduce a la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos el 13 de octubre con una misa en la Basílica de San Pedro en Roma. Cada obispo diocesano posteriormente abrirá la fase diocesana del sínodo con una misa en cada catedral este mes.
La apertura del proceso del sínodo en nuestra arquidiócesis tuvo lugar el 24 de octubre en la Catedral de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. La fase diocesana se llevará a cabo entre ahora y abril de 2022. Será seguida por una fase nacional/continental y luego el sínodo de obispos delegados que se reunirán en Roma en octubre de 2023.
La palabra "sínodo" tiene un rico significado teológico e histórico. Viene de una palabra griega y significa "caminar juntos". La Iglesia en la tierra es una Iglesia peregrina, que recorre la historia por un camino de discipulado y misión, con la mirada puesta en Jesús, que es “el camino, la verdad y la vida”.
Este sínodo invitará a la Iglesia a centrarse en cómo vivimos este llamado a ser una Iglesia “sinodal”, que promueve una comunión más profunda a través de la escucha, a través de una amplia participación y viviendo nuestra misión de ser luz para el mundo y sal de la tierra.
En muchos sentidos, lo que estamos llamados a emprender es lo que ya hemos estado viviendo y haciendo aquí en la Arquidiócesis de Oklahoma City. Ya hemos llevado a cabo varias consultas en los últimos años mientras desarrollamos la carta pastoral, “Vayan y hagan Discípulos: Construyendo una cultura de conversión y discipulado”, y nuestro plan pastoral, Visión 2030. Durante este proceso sinodal, construiremos sobre estas iniciativas mientras discernimos localmente cómo el Espíritu Santo nos está moviendo para convertirnos en un instrumento aún más eficaz de la misericordia de Dios y de su presencia permanente a través de la historia.
Desde ahora hasta finales de año, estaremos diseñando un proceso para consultar y recopilar respuestas que podremos presentar como nuestro aporte local para la consulta nacional y global más amplia. En los meses de enero y febrero de 2022, habrá sesiones de escucha en cada una de las seis regiones de los decanatos de la arquidiócesis. Esto implicará proporcionar información sobre el proceso, así como recopilar comentarios de los participantes.
Para aquellos que no puedan asistir o que deseen participar por escrito, se proporcionará un enlace a la encuesta. Recopilaremos y sintetizaremos nuestras respuestas y las enviaremos para su inclusión en la fase nacional antes del 1 de abril.
Se proporcionará más información en las próximas semanas y meses. Les animo a su participación y sus oraciones a lo largo de este proceso, para que podamos discernir con mayor claridad y responder más fielmente a los planes providenciales del Señor para su Iglesia y nuestro mundo herido, pero redimido.