by Pedro A. Moreno, O.P. Secretariado de Evangelización y Catequesis
Las “Cartas de la Cautividad” de Pablo
Hechos de los Apóstoles Cap. 16, versículos 23-24, mencionan que Pablo y Silas fueron arrestados y encarcelados:
“Después de haberles dado muchos golpes, los echaron a la cárcel, dando orden al carcelero de vigilarlos con todo cuidado. Este, al recibir dicha orden, los metió en el calabozo interior y les sujetó los pies con cadenas al piso del calabozo.”
Si bien este encarcelamiento duró muy poco tiempo, gracias a un terremoto, el cap. 28 menciona al final un encarcelamiento más largo de unos dos años.
Durante su cautividad, y tras las rejas, Dios continúa inspirando a Pablo. Se atribuyen cuatro cartas a su tiempo en la cárcel y me gustaría decir algunas palabras sobre estos escritos conocidos como las "Cartas de la Cautividad". Estos breves extractos, que describen cada carta, son traducciones de las introducciones escritas por Scott Hahn en el del Nuevo Testamento de la Biblia de Estudio Católica de Ignacio (Ignatius Catholic Study Bible, New Testament) publicado por Ignatius Press.
Efesios: Pablo les da a los Efesios una dosis de medicina preventiva, con la esperanza de que una apreciación más profunda de las bendiciones de Dios los lleve a un compromiso más maduro con el Evangelio. Dado que muchos de los lectores de Pablo son conversos recientes, la Carta a los Efesios podría describirse mejor como una catequesis mistagógica de Pablo para los recién bautizados.
Filipenses: es una carta de agradecimiento y aliento a una congregación de queridos amigos. La gratitud que expresa Pablo a lo largo de la carta es una respuesta a su generosidad. Los Filipenses apoyaron al apóstol encarcelado a través de sus constantes oraciones, así como enviándole asistencia financiera.
Colosenses: Epafras que fundó la Iglesia Colosense también viajó a Roma para informarle a Pablo sobre sus recientes éxitos y las luchas. Entre otras cosas, le informó a Pablo que ciertos agitadores estaban sembrando dudas en las mentes de los Colosenses sobre su nueva fe. Pablo escribió para abordar este peligro y tranquilizar a estos creyentes gentiles de su herencia cristiana.
Filemón: La carta es el apasionado llamamiento de Pablo a Filemón, instándole a darle la bienvenida a uno de sus esclavos fugitivos, Onésimo. Antes, Onésimo fue un sirviente inútil que no solo abandonó a su amo, sino que también pudo haberle robado dinero o propiedades. Mientras tanto, Onésimo se ha convertido en cristiano a través de un encuentro con Pablo. El apóstol ahora lo envía de regreso a Filemón y le pide que sea recibido, ya no como siervo, sino como un hermano amado en Cristo. En segundo lugar, Pablo pide que se hagan los preparativos para su propia llegada, a la espera de su salida esperada de la prisión.
Si bien estas cuatro cartas tratan diferentes temas, la conclusión para mí es que Pablo es un ejemplo de cómo, sin importar las dificultades, las cárceles o el infierno que podamos estar pasando en un momento dado, Dios siempre está con nosotros. Debemos estar siempre abiertos al amor y la luz de su Espíritu Santo para compartir la Buena Nueva de Jesucristo en tiempos buenos y malos. Este es nuestro llamado.
Gracias a Dios por inspirar estas “Cartas de la Cautividad”. Amén.