El 26 de junio, los ciudadanos de Oklahoma acudirán a las urnas para votar sobre los candidatos y los asuntos que afectarán la calidad de vida de todos nosotros aquí en el estado. Entre las medidas electorales que debemos abordar se encuentra la Pregunta Estatal 788 (State Question 788 o SQ 788 en inglés). De aprobarse esta ley, se legalizaría la marihuana medicinal para personas mayores de 18 años. Es de sabios el estudiar esto con cuidado.
La Iglesia Católica tiene una rica historia de preocupación por el bienestar de toda la persona y el fomento de una sociedad más justa.
Las instituciones católicas históricamente han avanzado cosas como la educación, la atención médica y los servicios sociales que contribuyen al auténtico florecimiento humano, especialmente porque afectan a los pobres y los más vulnerables. Los obispos de los Estados Unidos han apoyado durante mucho tiempo la expansión de la cobertura de atención médica para garantizar el acceso a la atención médica para todos.
A pesar de los asombrosos avances médicos y farmacéuticos, muchas personas viven con dolor crónico y afecciones médicas graves que no admiten curas aparentes ni tratamientos satisfactorios. Es en respuesta a estas situaciones reales que un número cada vez mayor de defensores han abogado por el uso ampliado de la marihuana medicinal.
Los defensores de SQ 788 argumentan que muchos de los que sufren de dolor crónico, o sufren de la adicción a los opiáceos u otros desafíos médicos, podrían beneficiarse en gran medida del acceso a la marihuana medicinal. Se necesitan estudios adicionales para determinar sus beneficios reales. Pero hay problemas serios con la forma en que se escribe esta pregunta.
El problema no se limita a lo que está incluido en la pregunta, sino también en todo lo que no está incluido. Treinta estados han aprobado la marihuana medicinal. Cada uno de ellos tienen una lista de dolencias que califican para una receta de marihuana medicinal.
En la medida de Oklahoma no hay un listado de dolencias o enfermedades. En cambio, la medida en Oklahoma establece explícitamente que: "No existen condiciones que lo califiquen". El listón está puesto irrazonablemente bajo en cuanto a qué condiciones médicas calificarían para una licencia de marihuana medicinal. ¡Es como si no hubiera listón! Todo lo que se requiere es que un "Médico Certificado por el Consejo de Oklahoma" escriba una recomendación que indique que una condición médica lo justifica. Aunque puede que no sea la intención, el lenguaje en esta propuesta es tan amplio que incluso un veterinario podría escribir la recomendación para el uso medicinal de marihuana.
Esta medida plantea una gran cantidad de otras preguntas que deben abordarse seria y cuidadosamente.
¿Qué pasa con los riesgos para la seguridad pública que representan los conductores afectados por la marihuana en nuestras carreteras? ¿Y el impacto de los usuarios de marihuana con licencia en el lugar de trabajo? ¿Qué hay de los usuarios de marihuana con licencia que fuman en lugares públicos? A pesar de que una persona debe tener 18 años para obtener una licencia para marihuana medicinal, la cantidad que uno podría poseer legalmente podría desviarse fácilmente a consumidores más jóvenes.
La cantidad de consecuencias dañinas no deseadas para esta medida bien intencionada supera con creces los posibles beneficios.
Es necesario realizar más estudios para determinar el beneficio real de la marihuana medicinal como medio para aliviar el dolor y mejorar ciertas condiciones médicas. SQ 788 no avanzará ese cuerpo de conocimiento. Es una propuesta de cebo y cambio. Si bien se propuso como un voto sobre la marihuana medicinal, está escrito de manera tan amplia como para ser poco más que un referéndum apenas velado sobre la marihuana recreativa.
Las consecuencias sociales, espirituales y humanas de tal paso serían devastadoras. No creo que Oklahoma esté listo para ir por ese camino.