CIUDAD DE MÉXICO – Los obispos de Centroamérica y el sur de México les pidieron a los católicos mejor acompañamiento a migrantes que se dirigen al norte, en un momento en el cual las leyes de inmigración se han aplicado vigorosamente por el gobierno de México.
"Como pastores de nuestro pueblo, los obispos estamos cercanos a los hermanos que sufren y constatamos el sufrimiento de los migrantes, los riesgos y peligros a los que se enfrentan al dejar la seguridad de hogar, la desunificación familiar, sobre todo cuando los niños son separados de sus padres", dijeron los obispos.
Emitieron el comunicado después de una reunión del 9 al 11 de septiembre entre líderes de la iglesia de Centroamérica y el sur de México en la ciudad mexicana de Tapachula.
Los obispos también le pidieron a la gente que "venzan los miedos que pueda generar la migración, porque se trata de nuestros hermanos" e instaron a las personas trabajar "de manera conjunta y organizada para generar políticas migratorias justas que promuevan el verdadero sentido de una migración organizada".
El comunicado se emitió en un momento en el cual el gobierno mexicano – cediendo a la presión de Estados Unidos – intensifica la aplicación de las leyes migratorias a lo largo de sus fronteras norte y sur para detener el flujo de inmigrantes que viajan a través del país.
En Estados Unidos, mientras tanto, una decisión de la Corte Suprema el 11 de septiembre autorizó al gobierno de Estados Unidos que implemente plenamente la política de negarle asilo a cualquiera que viaje a través de otro país en su ruta a Estados Unidos sin antes pedir asilo en ese país. La regulación entra en efecto mientras la política gubernamental está siendo apelada en el sistema judicial.
El canciller mexicano Marcelo Ebrard dijo a inicios de este mes que México había frenado el flujo de migrantes en un 56 por ciento desde inicios de junio, cuando México hizo un acuerdo con Estados Unidos para incrementar la aplicación de las leyes de migración para evitar que el presidente Donald Trump aplique aranceles a las exportaciones mexicanas. México también ha venido aceptando el retorno de los solicitantes de asilo, quienes deben esperar en México hasta que sus casos sean escuchados en cortes de Estados Unidos, un plan conocido como Protocolos de Protección a Migrantes.
"La tendencia es irreversible. Es algo que pensamos que va a ser permanente", dijo Ebrard el 10 de septiembre en Washington después de una reunión con funcionarios de Estados Unidos.
Según un comunicado del 10 de septiembre de la oficina del vicepresidente Mike Pence, los dos países "acordaron implementar los Protocolos de Protección a Migrantes al máximo grado posible".
El comunicado agregó: "Los líderes coincidieron en que si bien ha habido progreso, hay más trabajo por hacer a fin de reducir más el flujo de migrantes ilegales a Estados Unidos".
El gobierno estadounidense ha estado presionando a los países al sur de la frontera entre México y Estados Unidos para que impidan el paso de los migrantes --muchos de los cuales vienen de países centroamericanos, pero también de países del Caribe como Cuba y Haití e incluso tan distantes como África y Asia.
Una de las maneras de reducir el flujo migratorio es negociando los llamados acuerdos del tercer país seguro --algo que México rechaza, incluso cuando ha acordado los Protocolos de Protección a Migrantes, lo cual obliga a los solicitantes de asilo a luchar por sobrevivir en ciudades con altos niveles de violencia en la frontera norte de México.
Si un país firma un acuerdo de tercer país seguro con Estados Unidos --como ocurrió con Guatemala-- los migrantes que pasan por allí no serían elegibles para solicitar asilo en Estados Unidos.
En el caso de Guatemala, los inmigrantes que ingresan al país tendrían que solicitar asilo allí, incluso aunque el empobrecido país no está en posición de acoger una ola migratoria.
"Los otros países no tienen sistemas de asilo establecidos al mismo nivel que Estados Unidos para ser capaces de hacer esto", dijo Rick Jones, asesor de inmigración para Catholic Relief Services (CRS) en El Salvador.
"En este momento, ellos tienen problemas para proteger a su propio pueblo debido a los niveles de inseguridad, lo que deja a Guatemala sola recibiendo a salvadoreños y hondureños. Van a estar sobrecargados".
La agencia mexicana para solicitudes de asilo afirma que ha recibido más de 48,000 solicitudes en los primeros ocho meses del 2019, un incremento de más del 200 por ciento de las que se recibieron el año anterior.