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June 3, 2021Hace apenas una semana celebramos la Fiesta de Pentecostés. La venida del Espíritu Santo sobre María Santísima y los Apóstoles. Esta es, de alguna manera, la fiesta de la fundación de la Iglesia. La fiesta que marca el inicio del cristianismo y la misión apostólica de ganar el mundo entero para Cristo.
Esta es también una fiesta especial para el movimiento eclesial más numeroso en la Iglesia de los Estados Unidos, la Renovación Carismática en el Espíritu Santo. Influyente, de manera particular, entre los católicos hispanos. La Renovación Carismática es el movimiento insigne de las últimas décadas entre los católicos hispanos de los Estados Unidos.
Un Movimiento eclesial es una asociación de fieles laicos que se estructuran bajo un plan de trabajo, formación y liderazgo dentro de una Iglesia particular. Tienen un carisma o misión especial dentro de la Iglesia. Normalmente también desarrollan su propia espiritualidad. Surgieron muchos de ellos especialmente en el siglo XX, y florecieron aún mucho más durante el papado de Juan Pablo II, quien, de manera abierta promovió y suscitó muchos movimientos en sus años de pontificado. Lo hacía sobretodo a través de su llamado a los jóvenes a perder el miedo de comprometerse con el evangelio, entregar su vida a Cristo y fomentar una Nueva Evangelización.
El movimiento que es históricamente más influyente en la Iglesia norteamericana es otro movimiento de origen hispano, el Movimiento de Cursillos de Cristiandad (los cursillos). Que tuvo su auge y crecimiento mayor hace varias décadas. De hecho, son dos miembros del cursillo los que terminan fundando lo que ahora llamamos la Renovación Carismática en el Espíritu Santo.
Todo comenzó en una conferencia anual de los Cursillos del año 1966, en donde se discutió la necesidad de una renovación en la Iglesia. Dos de los participantes, profesores jóvenes de la Escuela de Teología de la Universidad de Duquesne, en Pensilvania, decidieron explorar más los movimientos de renovación pentecostales y cómo estos se podrían vivir en el marco de la Iglesia Católica. Después de algunas lecturas donde aprendieron sobre el Bautismo del Espíritu Santo, y asistencia a grupos de oración pentecostales, decidieron organizar un retiro, del 17 al 19 de febrero de 1967 en la casa de retiros “El Arca y la Paloma”.
Este retiro se considera el momento fundante del Movimiento de la Renovación Carismática en el Espíritu Santo dentro de la Iglesia Católica. Después de ese primer retiro con 30 participantes en 1967, se realizaron conferencias anuales y para la del año de 1977, la asistencia ya sobrepasaba los 37,000.
Escribo sobre la Renovación Carismática hoy porque son el Movimiento Eclesial más importante de la Arquidiócesis de Oklahoma City. No solo por sus muchos miembros y su dinamismo, sino porque le aportan la mayoría de los ministros y servidores a las parroquias el día de hoy, sobretodo entre los hispanos. La comunidad católica hispana no sería la misma en Oklahoma, sin la presencia y el ministerio de la Renovación Carismática en el Espíritu Santo.
De las 40 parroquias y misiones en la Arquidiócesis que ofrecen misas en español, 17 de ellas cuentan con un grupo de oración de la Renovación Carismática. La Renovación Carismática es una clara bendición para la Iglesia de Oklahoma. O como les dijo el Papa Francisco cuando se encontró con ellos en el 2019: “La Renovación Carismática es una corriente de gracia para la Iglesia… El Bautismo en el Espíritu Santo, la unidad del Cuerpo de Cristo y el servicio a los pobres son el testimonio necesario para la evangelización del mundo, a la que todos estamos llamados por nuestro bautismo... la Renovación Carismática se ha desarrollado en la Iglesia por Voluntad de Dios y es una oportunidad para la Iglesia”.
Mi invitación hoy es a que te acerques a conocer más de este movimiento. Si lo habías conocido antes y no te había interesado, dale otra mirada. Quizá el Señor te está llamando a través de un grupo de oración de la Renovación Carismática.