El 29 de junio, la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, nos regocijamos en la ordenación de cinco nuevos sacerdotes en la parroquia de San Marcos Evangelista en Norman. Ha sido un año de bendiciones extraordinarias para nuestra arquidiócesis, y estos nuevos sacerdotes son signos del amor y el cuidado de Dios por su Iglesia. Cada uno de ellos está excepcionalmente dotado y bien preparado para servir al pueblo de Dios.
En agosto, aceptamos varios nuevos seminaristas para comenzar la formación sacerdotal para la Arquidiócesis de Oklahoma City. Muchos más participaron en los Días Quo Vadis, nuestro retiro de verano para jóvenes en el proceso de discernimiento de un posible llamado de Dios, vocación, al sacerdocio, y otros participan en grupos de discernimiento que ya están en curso. El Señor continúa agitando los corazones de los jóvenes, invitándolos a escuchar y responder a su llamado a discernir el sacerdocio.
Tenemos un equipo talentoso en nuestra oficina de vocaciones, pero cultivar vocaciones no es su único trabajo. Las vocaciones son responsabilidad de toda la Iglesia. Cada uno de nosotros tiene una parte en fomentar el crecimiento de la Iglesia mediante el fomento de una cultura sólida de vocaciones. Padres, catequistas, líderes en la pastoral juvenil, feligreses y pastores contribuyen a ayudar a los jóvenes, hombres y mujeres, a abrir sus corazones al don y el misterio de su vocación.
Dios nos llama a cada uno por su nombre. Nos llama a la amistad con él mismo y a un viaje de discipulado de por vida. Él nos invita a vivir nuestro discipulado de diferentes maneras llamando a algunos al matrimonio, a otros a la vida consagrada y a otros para servir a la Iglesia como sacerdotes y diáconos. Muchos permanecen solteros para vivir su llamado bautismal a la santidad. Nuestra vocación es el regalo de Dios por nosotros. Es un misterio que se desarrolla a lo largo de toda nuestra vida, proporcionando el contexto para que cada uno de nosotros nos convirtamos en el santo que Dios nos llama a ser.
En esta edición del Sooner Catholic, leerá sobre la campaña de recaudación para cubrir los gastos educativos de los seminaristas para este año escolar de 2019-2020. Encontrarán imágenes de nuestros 21 seminaristas. Lo que la Iglesia necesita ahora más que nunca son buenos pastores y santos sacerdotes.
Necesitamos pastores que hayan sido bien formados como discípulos de Jesucristo. Necesitamos hombres íntegros que cumplan sus promesas sacerdotales con fidelidad y generosidad. Necesitamos sacerdotes que amen a la Iglesia y sean buenos pastores para el pueblo de Dios. Necesitamos pastores que estén dispuestos a dar su vida por su rebaño como lo hizo Jesús, como lo hizo el Beato Stanley Rother. El Señor renovará su Iglesia. El Señor hará maravillas en medio de nosotros.
Los seminaristas de hoy son los sacerdotes y pastores de mañana. Por favor oren por cada uno de ellos. Oren por ellos diariamente. Oren para que más hombres escuchen y respondan al llamado de Dios. Oren para que el Señor continúe levantando buenos pastores con corazones valientes. Gracias por el regalo de sus oraciones y su apoyo por las vocaciones.
Invierta generosamente en el futuro de nuestra arquidiócesis y nuestras parroquias haciendo un donativo financiero para apoyar la educación de los seminaristas. ¡Gracias por invertir en nuestros futuros pastores!