Uno de los momentos memorables de la Asamblea General de los Obispos Católicos de los Estados Unidos de esta primavera ocurrió durante una discusión sobre inmigración, migrantes y refugiados.
by Por Pedro A. Moreno, O.P. Secretariado de Evangelización y Catequesis
Nuestras vidas como discípulos enamorados, siguiendo y creciendo fielmente en nuestra intimidad con Cristo y dispuestos a compartirlo con otros, comienzan con los sacramentos de la Iniciación Cristiana. Bautismo, Confirmación y la Eucaristía abren nuestros corazones y nuestras vidas a una cercanía especial con Cristo y su apasionado amor por nosotros. Esta iniciación sacramental a una vida de discipulado también es la primera respuesta que le damos a Dios y su llamado a cada uno de nosotros para vivir en santidad y dedicados a la misión. La santidad es vivir apasionadamente el amor de Cristo. Las vidas impulsadas por la misión comparten con los demás la vida de Cristo y su amor apasionado.
El 26 de junio, los ciudadanos de Oklahoma acudirán a las urnas para votar sobre los candidatos y los asuntos que afectarán la calidad de vida de todos nosotros aquí en el estado. Entre las medidas electorales que debemos abordar se encuentra la Pregunta Estatal 788 (State Question 788 o SQ 788 en inglés). De aprobarse esta ley, se legalizaría la marihuana medicinal para personas mayores de 18 años. Es de sabios el estudiar esto con cuidado.
On June 26, Oklahomans will go to the polls to vote on candidates and issues that will impact the quality of life of all for us here in the Sooner State. Among the ballot measures that we must address is State Question 788, which, if passed, will legalize medical marijuana for persons over 18 years of age. We would be wise to study this carefully.
by Por Pedro A. Moreno, O.P. Secretariado de Evangelización y Catequesis
Cristo en los Sacramentos de la Curación Por Pedro A. Moreno, O.P. Secretariado de Evangelización y Catequesis Todos y cada uno de los seres humanos es una verdadera belleza desde el momento de la concepción. Somos bellos simplemente porque todos somos la imagen y semejanza de nuestro Dios amoroso y eterno, y Dios no es feo. ¡Dios es la mayor belleza! Si bien nuestro ADN espiritual nos ha dejado algunas manchas y arrugas, el amor de Cristo nos ha regresado a un estado casi perfecto a través del bautismo. Efesios 5, 25-27, nos recuerda que,