O God, fount of all holiness,
make us each walk worthily in our vocation,
through the intercession of your Saints,
on whom you bestowed a great variety of graces on earth.
Having graced your Church with the life of
your priest and martyr, Blessed Stanley Rother,
grant that by his intercession this humble flock may reach
where the brave shepherd has gone.
Grant that your Church may proclaim him a saint
living in your presence and interceding for us.
Through Christ our Lord.
Amen.
Oh fiel pastor, Beato Stanley Rother,
como sacerdote y misionero, cultivaste la tierra con tus manos
e invitaste a Cristo Jesús a cultivar la tierra de tu alma.
Te convertiste en signo del amor de Christo el Buen Pastor para tu
pueblo, y bendijiste sus vidas a través de tu ministerio.
Te mantuviste firme y no huiste del peligro,
trayendo con tu martirio gloria a Dios y a Su Inglesia.
Beato Stanley, obtén del corazón de Jesús (haga aqui su petición...),
y ora por mi, para que yo también sea signo del amor de Christo entre su peblo.
Enséñame a fielmente cultivar la tierra de esta vida en la realidad
que el Padre me ha dado, sin miedo a quedarme con aquellos
que Dios me ha confiado, sin importar el costo.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Beato Stanley hermano nuestro,
donaste tu vida en servicio por los demás
y derramaste tu sangre como testigo
a la fidelidad del amor de Dios.
Aquellos a que amaste y serviste tan profunda y completamente
Te conocían como su pastor y sacerdote,
intercediste por ellos como su puerta abierta a la presencia de Cristo.
Ruega e intercede por nosotros,
únete en nuestro camino por la vida,
para que la presencia redentora de Jesús,
pueda tocarnos y restaurarnos a la plenitud y la paz.
Te pido en este tiempo de necesidad por [declare su necesidad]
que tu oración nos acompañe;
que la misericordia de Cristo que resonó en tu ministerio y martirio,
nos renueve y nos traiga las gracias necesarias
para sanar nuestro quebranto, ilumine nuestra oscuridad,
y restaure lo que hemos perdido en nuestras vidas,
para que podamos ser, finalmente, uno contigo
en la alabanza a Dios para siempre en el cielo.
Por Cristo nuestro Señor
Amén.