El misterio de la Resurrección de Jesucristo es más poderoso de lo que generalmente comprendemos o reconocemos, incluso para los cristianos. No se trata de un acontecimiento del pasado, sino de una realidad que sigue marcando nuestras vidas en la actualidad y es el misterio central de nuestra fe.
A estas alturas, supongo que la mayoría de nosotros nos hemos preguntado o nos han preguntado: “¿A qué estás renunciando en esta Cuaresma?” Este es un tema muy popular en los entornos católicos, en las familias católicas, en los grupos de amigos e incluso entre los sacerdotes.
El 5 de marzo iniciamos otro tiempo de preparación cuaresmal para la alegría pascual de la resurrección del Señor. Como cada año, el Miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma con un gesto simbólico de humilde arrepentimiento al recibir la ceniza en la frente. Es un recordatorio de nuestra mortalidad.
El papa Francisco ha invitado a toda la Iglesia a celebrar un Año de Jubileo. Para todo el año 2025 se nos ha prometido una abundancia de bendiciones, un derrame excepcional de la bondad y la gracia de Dios.
El tema del Jubileo 2025 – “Peregrinos de Esperanza” – nos convoca a cada uno de nosotros y a toda la Iglesia a renovar nuestro compromiso con Jesucristo y entre nosotros, ya que juntos somos peregrinos.
Hay gente que prefiere la educación católica por muchas razones. Algunas familias la eligen por su excelencia académica y otras la eligen por la comunidad tan unida. Hay quienes la escogen para que sus hijos sean educados conforme a pautas morales que fomenten la virtud.